5 de junio de 2007

(de "El camino a Tycho", una colecci6n de articulos sobre los antecedentes de la Revolucion Lunar, publicado en Luna City en 2096)

mayo 18, 2004

Para Dan Halbert el camino hacia Tycho comenz6 en la universidad, cuando Lissa Lenz le pidi6 prestado su ordenador. El suyo se habia estropeado, y a menos que pudiese usar otro suspenderia el proyecto de fin de trimestre. No habia nadie a quien se atreveria a pedirselo, excepto Dan. Esto puso a Dan en un dilema. Tenia que aydarla, pero si le prestaba su ordenador ella podria leer sus libros. Dejando de lado el riesgo de it a la carcel durante muchos anos por dejar a otra persona leer sus libros, la simple idea le sorprendi6 al principio. Como todo el mundo, habia aprendido desde la escuela que compartir libros era malo, algo que solo un pirata hacia. Ademas, no habia muchas posibilidades de que la SPA (Software Protection Authority), no to descubriese. En sus clases de programaci6n habia aprendido que cada libro tenia un control de copyright que informaba de cuando y donde se estaba leyendo, y quien to leia, a la oficinia central de licencias. (Usaban esta informaci6n para descubrir piratas, pero tambien para vender perfiles personales a otras companias). La pr6xima vez que su ordenador se conectase a la red la oficina central de licencias to descubriria todo. El, como propietario del ordenador, recibiria el castigo mas duro, por no tomar las medidas adecuadas para evitar el delito.
Lissa no pretendia necesariamente leer sus libros. Probablemente to unico que ella necesitaba era escribir su proyecto. Pero Dan sabia que ella provenia de una famila de clase media, que a duras penas se podia permitir pagar la matricula, y no digamos las tasas de lectura. Leer sus libros podia ser la unica forma en que ella podria terminar la carrera. Entendia la situaci6n; 61 mismo habia pedido un pr6stamo para pagar por los articulos de investigaci6n que leia. (El 10% de ese dinero iba a parar a los autores de los articulos, y como Dan pretendia hacer carrera en la universidad, esperaba que sus articulos de investigaci6n, en caso de ser citados frecuentemente, le darian los suficientes beneficios como para pagar el cr6dito).
Con el paso del tiempo, Dan descubri6 que hubo un tiempo en el que todo el mundo podia it a una biblioteca y leer articulos, incluso libros, sin tener que pagar. Habia investigadores que podrin leer miles de paginas sin necesidad de becas de biblioteca. Pero desde los anos 90 del siglo anterior, tanto las editoriales comerciales, como las no comerciales, habian empezado a cobrar por el acceso a los articulos. En el 2047, las bibliotecas de acceso publico eran solo un vago recuerdo.
Habia formas de saltarse los controles de la SPA y la oficina central de licencias. Pero tambien eran ilegales. Dan habia tenido un companero de clase, Frank Martucci, que consigui6 un depurador ilegal, y to usaba para saltarse el control de copyright de los libros. Pero se to cont6 a demasiados amigos, y uno de ellos to denunci6 a la SPA a cambio de una recompensa (era facil tentar a estudiantes con grandes deudas para traicionar a sus amigos). En 2047 Frank estaba en la carcel, no por pirateo, sino por tener un depurador.
Dan supo mas tarde que hubo un tiempo en el que cualquiera podia tener un depurador. Incluso

habia depuradores libremente disponibles en la red. Pero los usuarios normales empezaron a usarlos para saltarse los controles de copyright, y finalmente un juez dictamin6 que ese se habia convertido en su use practico. Eso queria decir que los depuradores eran ilegales y los programadores que los habian escrito fueron a parar a la carcel.
Obviamente, los programadores necesitan depuradores, pero en el 2047 solo habia copias numeradas de los depuradores comerciales, y solo disponibles para programdores oficialmente autorizados. El depurador que Dan habia usado en sus clases de programaci6n estaba detras de un firewall para que solo se pudiese utilizar en los ejercicios de clase.
Tambien se podia saltar el control de copyright instalando un nucleo del sistema modificado. Dan lleg6 a saber que hacia el cambio de siglo habia habido nucleos libres, incluso sistemas operativos completos. Pero ahora no solo eran ilegales, como los depuradores. No se podia instalar sin saber la clave de root del ordenador, y ni el FBI ni el servicio tecnico de Microsoft to la darian.
Dan lleg6 a la conclusi6n de que simplemente no podia dejarle a Lissa su ordenador. Pero no podia negarse a ayudarla, porque estaba enamorado de ella. Cada oportunidad de hablar con ella era algo maravilloso. Y el hecho de que le hubiese pedido ayuda a 61 podia significar que tambien ella sentia to mismo por 61.
Dan resolvi6 el dilema haciendo algo incluso mas increible, le dej6 su ordenador, y le dijo su clave. De esta forma, si Lissa leia sus libros, la oficina central de licencias pensaria que era 61 quien estaba leyendo. Seguia siendo un delito, pero la SPA no to detectaria automaticamente. Solo podrian saberlo si Lissa to denunciaba.
Si la universidad descubriese que le habia dado su clave a Lissa significaba la expulsi6n para los dos, independientemente de para que hubiese usado ella la clave. La politica de la universidad era que cualquier interferencia con sus metodos de control sobre el use de los ordenadores era motivo para una acci6n disciplinaria. No importaba el dano, el delito era el hecho de dificultar el control. Se asumia que esto significaba que se estaba haciendo algo prohibido, y no necesitaban saber el que.
En realidad los estudiantes no eran expulsados, no directamente. En lugar de eso se les prohibia, el acceso a los ordenadores de la universidad, to que significaba suspender sus asignaturas.
Dan supo mas tarde que ese tipo de politicas en la universidad empez6 la decada de 1980, cuando los estudiantes empezaron a usar ordenadores masivamente. Antes de eso, las universidades tenian una actitud diferente: solo se penalizaban las actividades peligrosas, no las que eran meramente sospechosas.
Lissa no denunci6 a Dan a la SPA. Su decisi6n de ayudarla llev6 a que se casasen, y tambien a que cuestionasen to que les habian ensenado cuando eran ninos sobre el pirateo. Empezaron a leer sobre la historia del copyright, sobre la Uni6n Sovietica y sus restricciones sobre las copias, e incluso sobre la constituci6n original de los Estados Unidos. Se mudaron a Luna, donde se encontraron con otros que de la misma forma intentaban librarse del largo brazo de la SPA. Cuando el Levantamiento de Tycho empez6 en 2062, el derecho universal a leer se convirti6 en uno de sus objetivos fundamentales.

1 comentario:

Ivan dijo...

Publicado originalmente por Richard Stallman